En recuperación de datos de teléfonos móviles, se utiliza el método “chip-off” (extraer el chip) cuando no se puede acceder a la información a través del interface de usuario.
Gracias a esta técnica avanzada se pueden recuperar datos de móviles que han sufrido daños físicos o eléctricos -ya sea por causas externas o fallos de fabricación-, así como problemas de firmware (microcódigo que controla los circuitos electrónicos del dispositivo).
El chip-off también permite recuperar datos de memorias flash como las SD de las cámaras fotográficas y recuperar datos de pendrives y tablets.
Para realizar una operación de chip-off, es necesario desoldar el chip de memoria de la placa base con una máquina de infrarrojos. A continuación, se conectará el chip a un lector de memorias flash con el fin de copiar su contenido.
El objetivo es conseguir una imagen completa de la información en estado bruto, para finalmente analizarla y reconstruirla mediante software especializado.
Este procedimiento para recuperar datos de móviles es delicado y laborioso, por lo que suele usarse como último recurso, cuando otras soluciones menos invasivas no son aplicables.
Recuperar datos del móvil LG G4
Como ejemplo, en el laboratorio de Ondata hemos utilizado chip-off para recuperar datos del modelo LG G4 (en la imagen de cabecera), que había quedado inservible debido a un conocido fallo de fabricación.
Desde el año pasado muchos usuarios del LG G4 se han encontrado con que su terminal sufre reinicios inesperados y sobrecalentamiento.
El origen del problema: las soldaduras de algunos componentes de la placa base se deterioran, y el sobrecalentamiento de la misma hace que continuamente se esté reseteando el teléfono.
Los síntomas: el móvil entra en un bucle de reinicios al encenderse, queda inutilizable y resulta imposible acceder a los datos.
La solución: En este caso el chip-off ha sido la técnica utilizada para recuperar los datos del móvil.
Recuperación de datos para teléfonos averiados
No es ninguna sorpresa que los teléfonos móviles acaben albergando grandes cantidades de nuestra información más valiosa, dada su imparable tasa de penetración y de uso. Libretas de contactos, números de teléfono, emails, música, fotos… contenidos irremplazables si el dispositivo falla y no tenemos, o no funciona, la copia de seguridad.
Cuando los teléfonos se averían, los servicios técnicos de los fabricantes suelen estar habilitados sólo para reparar los fallos del dispositivo, y los datos se pierden. Si quiere recuperar datos de un móvil estropeado, no dude en ponerse en contacto con nuestro laboratorio de recuperación de datos. Ondata cuenta con la tecnología más avanzada y un equipo de técnicos especializados en recuperar datos de móviles, tablets y cualquier otro dispositivo digital.
Recuperar fotos de una tarjeta micro SD dañada será hoy el mayor problema de Marta, aunque ella aún no lo sabe...
Marta, la protagonista del vídeo, es fotógrafa y está muy contenta con el reportaje de boda que acaba de hacer. Ya sólo tiene que copiar las fotos de la tarjeta micro SD.
Pero… ¡el PC no reconoce la micro SD! No puede acceder a las fotos, ¿qué les va a decir a los novios? Tendrá que recurrir a un servicio de recuperación de datos…
Si estás leyendo este post, puede que tú también necesites recuperar datos o fotos de una tarjeta micro SD dañada. La recuperación de datos de micro SD suele solicitarse por factores diversos, ya sea por un daño físico o por un problema de archivos corruptos debido a que las memorias de tipo flash tienen una vida limitada
En el laboratorio de Ondata International disponemos de la experiencia y la tecnología para realizar con éxito la recuperación de tus datos o fotos. Hemos recuperado fotografías de diferentes unidades extraíbles como pueden ser:
Secure Digital (SD)
Micro SD
Mini SD
Compact Flash
Micro Drive
Memory stick
Smart Media
Flash Memory
Mediante la utilización de hardware y software especializado, nuestros técnicos consiguen recuperar las fotos de una micro SD dañada y te las entregan en un dispositivo nuevo.
Cuando se pierde el acceso a las fotos o datos de una micro SD, se recomienda seguir los consejos habituales para asegurar que la recuperación de datos sea viable: no grabar ningún fichero adicional en la misma unidad, ni intentar recuperar la información por medios “caseros” ya que podría dañar más el dispositivo, hasta el punto de que no se pueda realizar una recuperación de datos completa o incluso que no se pueda recuperar ninguna fotografía.
3 pasos para recuperar datos o fotos de una tarjeta micro SD
En el vídeo, nuestra protagonista llama a la tienda de electrónica y le ponen en contacto con Ondata. Ya sólo tiene que seguir 3 pasos: pedir un diagnóstico gratuito, aprobar el presupuesto y recibir las fotos.
Para empezar entra en www.ondata.es y rellena el formulario para solicitar el diagnóstico y presupuesto. Envuelve perfectamente la tarjeta fotográfica y la envía por mensajero a Ondata.
Cuando llega la tarjeta a las instalaciones de Ondata, en menos de 24 horas los ingenieros evalúan la avería. Marta recibe el diagnóstico, revisa el presupuesto online y lo aprueba. En el laboratorio se inicia el proceso para recuperar las fotos.
Una vez completado el proceso, Marta recibe la factura y un listado completo de los archivos fotográficos recuperados junto con la factura, y una vez abonada recibe las fotos digitales en un disco externo. ¡Por fin podrá entregar su reportaje!
Si has perdido tus fotos digitales confía, como Marta, en la experiencia de Ondata: pide tu presupuesto gratuito entrando en www.ondata.es o llamando a los teléfonos 902 199 490 / 91 4174468.
Vamos a empezar la historieta de hoy por el final: “Ten siempre más de una copia de tus archivos importantes”. Si el protagonista de nuestra historia se hubiera aplicado esta moraleja, no tendríamos nada que contar, porque probablemente no hubiera traido un disco duro dañado a nuestro centro de recuperación de datos.
Pero ya se sabe que no siempre existe una copia de seguridad… o quizá sí existe pero no está al día… o la mala suerte se concentra: ¡el disco de copia y el original fallan al mismo tiempo!
Por eso, en caso de que quieras llevar tus archivos de un disco duro a otro, nuestra recomendación es: “No muevas tus archivos, ¡cópialos!”.
Quizá este consejo parezca exagerado a quienes son partidarios de mover los archivos de una unidad a otra, para evitarse el trabajo de borrar manualmente los originales. En todo caso, creemos que contar nuestra experiencia puede resultaros útil; a partir de ahí, que cada uno decida qué nivel de seguridad quiere aplicar al gestionar sus archivos.
Después de ver la variedad de incidencias que acaban requiriendo una recuperación de datos, creemos que es mucho más prudente copiar los archivos a su nuevo destino en vez de moverlos. Una vez copiados, podremos verificar si el proceso de copia ha funcionado correctamente. Sólo entonces –y siempre contando con que además habremos hecho backup– será seguro borrar los archivos originales.
Además hay que tener en cuenta que si el disco de destino es externo, está mucho más expuesto a accidentes. Y desde luego, para que un golpe cause pérdida de datos, no tiene que ser necesariamente tan catastrófico como el pelotazo de nuestra historieta.
Posibilidades de la recuperación de datos
“¿Cómo se ha podido estropear por caerse de una distancia tan pequeña?”, nos comentan extrañados algunos clientes cuando solicitan la recuperación de datos, mientras nos explican que el disco dañado “sólo” recorrió uno o dos centímetros antes del golpe. Pues sí: cualquier caída por pequeña que sea puede afectar gravemente al disco duro, sobre todo si está en funcionamiento y las cabezas rozan los platos magnéticos mientras estos giran a toda velocidad.
De hecho, en el caso real que inspiró esta historieta, el disco duro externo al que se habían movido los archivos estaba bastante dañado y sólo sería posible una recuperación parcial. Afortunadamente, el cliente había tenido la precaución de no realizar ninguna otra operación con el disco original borrado. Gracias a esa medida, los datos estaban intactos en el soporte físico del disco, y en el laboratorio se consiguió recuperar todos los archivos.
En esta foto os mostramos un disco duro lleno de hormigas que hemos recibido en el laboratorio de recuperación de datos, procedente de un país africano.
Como sabréis, los discos duros son sumamente delicados, en especial los platos magnéticos donde se almacenan los datos en formato digital.
Cuando los platos empiezan a girar, cualquier partícula minúscula causa daños en la emulsión magnética al ser arrastrada por las cabezas de lectura-escritura.
Y cualquier daño en la emulsión magnética puede dificultar o imposibilitar la recuperación de los datos. Ya os imagináis que encontrar una legión de insectos paseándose por los platos no es una buena noticia…
Los discos suelen salir de fábrica herméticamente sellados. Muchos tienen un conducto de ventilación, pero llevan un filtro para que ninguna partícula pueda pasar. Entonces, ¿cómo han podido entrar las hormigas?
En este caso parece que han logrado encontrar un camino hasta la goma que sella herméticamente el disco por el lado del conector SATA. Entonces, han roído la goma, han entrado en la unidad y se han puesto a recorrerla tranquilamente, llegando hasta los platos magnéticos como véis en la imagen.
En otras ocasiones se ha descrito la entrada de hormigas a través de diminutos orificios de ventilación.
¿Por qué atraen a las hormigas los dispositivos electrónicos?
A las hormigas a menudo les gusta anidar dentro de los ordenadores y otros aparatos eléctricos debido al calor que desprenden, lo cual acelera el desarrollo y crecimiento de sus crías.
La electricidad no sólo no las ahuyenta, sino que al parecer las atrae en ciertos casos. Son famosas por ello las llamadas “hormigas locas”, una especie invasora que en Texas (EEUU) ha llegado a irrumpir masivamente en todo tipo de aparatos eléctricos, produciendo cortocircuitos y causando problemas hasta en el centro de la NASA en Houston, aparte de un buen número de incidentes de discos duros dañados y pérdidas de datos en ordenadores domésticos, laptops y smartphones.
En los foros de internet no escasean las historias de discos invadidos por hormigas. Casi siempre hay algún forero chistoso que no se resiste a decirle al afectado que tiene que hacer “debug” de su sistema, bromeando con la palabra técnica debug, que en el argot informático se refiere a depurar o “eliminar errores” y en su sentido literal significa “eliminar los bichos”. Ya en la época de las primeras computadoras electromecánicas hay documentada alguna famosa anécdota en que un insecto real fue la causa de los fallos del sistema.
Anécdotas aparte, hay que evitar por todos los medios este tipo de problemas, así que si encuentras hormigas cerca de tu ordenador, no lo dejes para mañana y toma las medidas oportunas para que la zona esté libre de insectos. Cualquier parásito dentro del disco puede causar daños irreparables en los platos magnéticos, dificultando en gran medida la recuperación de los datos contenidos en el mismo.
(Para ver la primera parte de este artículo pulse aquí).
Por qué la fragmentación es perjudicial
Los discos duros son dispositivos físicos, con partes mecánicas que funcionan a una velocidad muy alta y que requieren una precisión nanométrica. Entonces, ¿será bueno tener un alto nivel de fragmentación en nuestro disco duro? La fragmentación le hará trabajar muchísimo más de lo necesario cada vez que necesitamos algún archivo.
Esto podría compararse con conducir nuestro coche siempre al máximo de revoluciones; si lo hiciéramos, seguro que iba a tener una vida muy corta.
Con los discos duros pasa lo mismo. Si se someten a un esfuerzo continuo muy grande, la vida de sus componentes se puede acortar de forma notable, haciendo que algunas partes mecánicas se degraden dañando nuestros datos e incluso llegando a imposibilitar por completo el acceso a ellos.
Cuando eso ocurre, la única opción viable es llevar nuestro disco a una empresa especializada en recuperación de datos, para que, mediante las técnicas de recuperación más avanzadas y utilizando la tecnología adecuada, puedan recuperar su contenido.
¿Cómo mejorar el rendimiento del disco?
Entonces, cuando nuestro ordenador esté lleno de archivos fragmentados y el rendimiento sea malo, ¿qué podemos hacer para mejorarlo? Hay un proceso que permite que el sistema reorganice todos los archivos que hay en el disco, de forma que todos los fragmentos que han sido dispersados se coloquen juntos, y todos los huecos que han ido quedando sean ocupados por archivos repartidos por el disco.
De esta forma, cada vez que nuestro ordenador requiera abrir un programa o un archivo podrá encontrar todos sus fragmentos sin tener que buscarlos en distintas partes, haciendo aumentar en gran medida el rendimiento del sistema. Este proceso se llama “desfragmentación”.
Por las razones que hemos visto, desfragmentar nuestro disco duro puede ayudarnos a mantener nuestro ordenador optimizado.
¿Cómo puedo desfragmentar el disco?
Hay muchas utilidades que pueden realizar esta tarea, entre ellas, el Desfragmentador de disco de Windows, incluido en las Herramientas Administrativas a las que se accede por el menú de aplicaciones. Se trata de una utilidad fácil de manejar que nos permitirá mantener nuestra máquina a punto evitando cargar al sistema con tareas innecesarias. Aunque esta utilidad suele estar configurada por defecto para desfragmentar el disco de forma automática, recomendamos revisarla y asegurarnos de que esté correctamente programada para nuestras necesidades.
Por ejemplo, puede ocurrir que el Desfragmentador esté programado para funcionar de madrugada, pero si nosotros dejamos el ordenador apagado todas las noches, no podrá realizar su función. Veamos un ejemplo.
En el ejemplo de la imagen, la programación está hecha para que desfragmente el disco automáticamente los miércoles a la 1:00. El usuario debería recordar dejar encendido el ordenador la noche de los miércoles o, como alternativas, cambiar la hora de ejecución programada o arrancar el proceso de forma manual pulsando “Desfragmentar disco”.
Como medida de prevención, no podemos dejar de recordar la importancia de asegurarte de tener copia de seguridad antes de realizar cualquier actividad de mantenimiento.
Aunque técnicamente la desfragmentación no genera ningún problema, se podrían perder datos si por ejemplo durante la desfragmentación hay un apagón o algún tipo de fallo eléctrico y el proceso se interrumpe de forma brusca y sin que sea controlada por el sistema. Con una buena copia de seguridad, reciente y comprobada, estarás preparado para cualquier imprevisto y no te verás en la necesidad de tener que recuperar tus datos.
“Este disco duro cada vez va peor. ¡Tarda un siglo hasta que veo los archivos!” Si esta situación te suena familiar, asegúrate de hacer copia de seguridad de tus datos importantes antes de que el problema empeore… como le ocurrió al protagonista de nuestra historieta.
Es algo habitual: impacientes por terminar ese trabajo o enviar ese mensaje urgente, no nos paramos a pensar en una inminente avería. Sólo nos preocupa conseguir que el disco funcione como siempre.
En esta situación, el usuario no logra acceder a sus archivos y pulsa “Sí” o “Aceptar” ante cualquier pregunta que aparece en la pantalla, aunque no entienda muy bien su significado.
Así, puede ocurrir que pulse “Formatear disco” al ver el mensaje “Formatee el disco en la unidad G: para poder usarlo”. En cierta forma, es lógico. Pues claro, ¡adelante!, formatéalo o lo que quieras… ¡si yo lo único que quiero es justamente eso: poder usarlo…!
¿Por qué se supone que uno debe saber que al formatear se eliminan los datos? No son pocos los usuarios que, como nuestro protagonista, se han enterado de que el formateo deja el disco vacío tras tener una experiencia similar.
¿Qué hacer si has formateado el disco por error y necesitas recuperar tus archivos?
La buena noticia es que el formateo, aunque elimina el acceso a los datos, no los borra de su soporte físico, de los platos magnéticos donde se almacena la información digitalizada.
Los datos se pueden recuperar mediante software adecuado aunque el disco haya sido formateado. En este caso el mayor problema no es el formateo, sino la avería que originó de entrada el mal funcionamiento, la lentitud y la dificultad de acceso.
Cuando un disco empieza a dar ese tipo de problemas, puede estar fallando por diversos motivos: pistas o sectores defectuosos, fallos en el firmware, fallo inminente de la mecánica interna etc.
Si has formateado el disco por error y necesitas recuperar tus archivos, lo más importante es que no se sigan copiando archivos o ejecutando programas en el mismo, ya que se pueden sobrescribir los datos originales y perderse irremediablemente.
Para tener las mayores garantías de recuperación, es recomendable acudir a un servicio especializado de recuperación de datos, que cuenta con la tecnología y experiencia necesarias para poder recuperar los datos en estos casos.
Las memorias flash de nuestras cámaras digitales y pendrives tienen una vida limitada. Si estamos atentos a los primeros indicios de deterioro, podremos adelantarnos a los fallos críticos.
¿Sabías que las memorias flash sólo permiten un número limitado de escrituras y borrados? Es así por la propia tecnología en la que se basa su funcionamiento.
Estos dispositivos nos acompañan cada día en cámaras de fotos, memorias USB, reproductores MP3 y teléfonos móviles, mientras van almacenando todo tipo de datos: fotografías, conversaciones, música, vídeos, contactos, documentos…
Las memorias flash se han popularizado por sus múltiples ventajas: son pequeñas, asequibles, resistentes, silenciosas. No hay ninguna duda de su utilidad pero conviene ser consciente de sus limitaciones, para ahorrarnos algún que otro disgusto.
Debido a la gran oferta de tarjetas flash y a que todas ellas, en apariencia, parecen iguales, es posible que muchas veces nos inclinemos a escoger una de las más baratas. Sin embargo, en realidad no todas las tarjetas son iguales; son muchos los parámetros que pueden diferenciar unas memorias de otras.
Además de fijarnos en la capacidad, conviene tener en cuenta la velocidad de transferencia, ya que es un aspecto que puede marcar el rendimiento de nuestro dispositivo, sobre todo si se trata de un teléfono móvil.
Independientemente del modelo que elijamos, hemos de saber que las tarjetas flash tienen una vida limitada. De repente, podemos encontrarnos con que algunos de los archivos que hay en nuestro teléfono, pendrive o cámara parecen estar corruptos.
¿Qué síntomas produce el deterioro de una memoria flash?
Quizá sea un documento que no se abre, algún contacto que ha desaparecido o incluso imágenes que han dejado de visualizarse correctamente para verse entrecortadas o “rotas”.
En la imagen se puede apreciar cómo, en lugar de la fotografía que se tomó con el teléfono móvil, tenemos una imagen cuya parte inferior es completamente gris y la parte superior está compuesta por bandas degradadas que no se corresponden con el contenido original. Esto es debido a que la información que había en los sectores de la tarjeta de memoria asignados para esa imagen ha sido corrompida, no puede ser leída correctamente y por lo tanto al interpretarla como una imagen el resultado no es el esperado.
También podemos experimentar un comportamiento «extraño» en nuestro dispositivo: se reinicia inesperadamente, el sistema se “congela” o alguna aplicación se corta de forma imprevista.
La razón de que se produzcan estas averías es que los medios de almacenamiento basados en tecnología flash, como las tarjetas SD o microSD y los pendrives, están fabricados para funcionar un número limitado de veces. Cada uno de estos dispositivos tiene limitado su número de operaciones de escritura en torno al millón.
¿Cómo funciona la memoria flash?
La memoria flash es una memoria regrabable no volátil (los datos permanecen aunque el dispositivo no tenga alimentación eléctrica). Utiliza dispositivos de circuitos integrados para almacenar los datos, por lo que no precisa piezas móviles, a diferencia por ejemplo de los discos duros.
Está compuesta por bloques; estos bloques a su vez están compuestos por páginas, y éstas contienen las celdas físicas en las que finalmente se almacenan los bits de información.
La vida útil de las celdas es limitada porque los ciclos de borrado-escritura, con el empleo de altos voltajes, van “desgastando” el material con el que está fabricada la celda, produciendo un daño acumulativo.
¿Cuánto puede durar una memoria flash?
Pensemos, por ejemplo, en todas las operaciones que realizamos cada día con nuestro teléfono móvil y que conllevan una operación de escritura: enviar o recibir SMS, Whatsapp, descargar archivos, hacer fotos, cargar música… son casi incontables.
Debido a que ciertas zonas de la memoria flash se van degradando y, por lo tanto, dejando de ser útiles, pasado un tiempo los archivos almacenados irán corrompiéndose y dejando de ser legibles poco a poco.
Una vez que sabemos lo que puede suceder, surge la necesidad de saber cuál es el tiempo aproximado recomendado para cambiar nuestra tarjeta o nuestra memoria USB.
Bien, como ya hemos dicho la vida de la memoria es de alrededor de un millón de operaciones de escritura, por lo que no se puede determinar con exactitud cuándo va a fallar; esto dependerá del uso que le demos al dispositivo.
Sin embargo, se podría decir que cuando empezamos a notar alguno de los síntomas descritos arriba (ficheros corruptos, comportamiento extraño) es un buen momento para cambiar la memoria, antes de que vaya a peor y sea demasiado tarde.
¿Qué podemos hacer para evitar el deterioro de la memoria flash?
Realmente, por el diseño de este tipo de dispositivos, no hay mucho que podamos hacer para alargar la vida de las memorias flash.
Lo que sí podemos hacer, en la medida de lo posible, es evitar perder nuestros datos, siendo conscientes de las limitaciones de este tipo de memorias y realizando copias de seguridad de forma regular de los datos importantes que tengamos alojados en nuestros pendrives y tarjetas de memoria.
¿Cómo recuperar los archivos en caso de fallo?
¿Hemos esperado demasiado sin sustituir la tarjeta y hemos perdido datos importantes? Si se trata de archivos que realmente necesitamos, es muy importante no intentar acceder por nuestros medios para intentar recuperarlos.
Debido al tipo de tecnología de estas memorias, no vamos a poder tener acceso a nuestra información por los métodos tradicionales; los intentos que hagamos sólo servirán para empeorar la situación de los datos.
Como consecuencia de la compleja estructura interna de las memorias flash, el proceso de recuperación de datos es complicado y no siempre posible. La unidad flash incluye un controlador que tiene la función de leer y escribir en los chips de memoria con un orden específico llamado “Data Mix”. Este orden no está estandarizado sino que depende del fabricante, lo cual introduce un gran número de variantes en el proceso de recuperación.
En el laboratorio de recuperación de datos de Ondata disponemos de herramientas específicas que permiten leer los datos directamente de los chips de memoria y reconstruir los archivos perdidos.
El protagonista de nuestra historieta de hoy está convencido de poder recuperar sus archivos en cualquier momento porque hace varias copias de seguridad.
Un apagón repentino le saca de su error: el disco queda dañado y entonces descubre que no puede acceder a sus archivos -ni a los originales ni a las copias- porque todos ellos estaban en la misma unidad . De repente, ha perdido todo su trabajo y sus recuerdos: fotos, vídeos…
En principio, realizar copias en el mismo disco puede sacarte de algún apuro. Por ejemplo, si borras por error algún archivo, lograrás recuperarlo de la copia de seguridad.
Sin embargo, si el disco sufre alguna avería de tipo mecánico o lógico, la cosa se complica. Una vez que el acceso al contenido del disco queda imposibilitado debido a la avería, no vas a poder rescatar de inmediato ninguna de las copias de los archivos que necesites.
En resumen, digamos que NO son seguras las copias de seguridad que se realizan en el mismo disco físico que los archivos originales.
Aunque para algunos de nuestros lectores esto sea una obviedad, en algunos casos no lo es tanto. Por ejemplo, si el disco duro interno está formateado con varias particiones, éstas aparecerán en el navegador de archivos como unidades independientes.
Para el usuario medio, estas unidades lógicas serán indistinguibles de unidades físicas; se ven como si fueran varios discos instalados en el mismo ordenador. Cuando guarda sus archivos o configura el backup, el usuario puede creer que está haciéndolo en discos separados, aunque involuntariamente estará colocando todos los ficheros en un mismo dispositivo, y si este falla… ¡adios a los datos!
¿Se pueden recuperar los archivos?
En el laboratorio de Ondata se siguen atendiendo casos como este, en los que la única solución es recurrir al servicio de recuperación de datos, puesto que no existe copia de seguridad o ésta no es accesible (a pesar de que el usuario se había preocupado de hacer su copia… pero estaba en el mismo disco).
Las posibilidades de recuperar los datos dependerán del tipo de avería. Esta puede variar desde un fallo de tipo lógico relacionado con el sistema operativo, hasta un problema mecánico en las piezas del motor de giro o en los cabezales de lectura-escritura, o un fallo de los circuitos electrónicos causado por un apagón y el consiguiente sobrevoltaje que se produce al volver la electricidad, como ocurre en nuestra historieta de hoy.
Afortunadamente, en el caso real que inspiró la historieta, los técnicos de Ondata pudieron sustituir los circuitos afectados, poner en marcha el disco y volcar todos los datos a un disco duro nuevo, de forma que nuestro protagonista recuperó todos sus archivos de trabajo y sus recuerdos familiares.