Recuperar datos de móviles mediante la técnica chip-off

Recuperar datos de movil smartphone - Extraccion del chip

En recuperación de datos de teléfonos móviles, se utiliza el método “chip-off” (extraer el chip) cuando no se puede acceder a la información a través del interface de usuario.

Gracias a esta técnica avanzada se pueden recuperar datos de móviles que han sufrido daños físicos o eléctricos -ya sea por causas externas o fallos de fabricación-, así como problemas de firmware (microcódigo que controla los circuitos electrónicos del dispositivo).

El chip-off también permite recuperar datos de memorias flash como las SD de las cámaras fotográficas y recuperar datos de pendrives y tablets.

Para realizar una operación de chip-off, es necesario desoldar el chip de memoria de la placa base con una máquina de infrarrojos. A continuación, se conectará el chip a un lector de memorias flash con el fin de copiar su contenido.

El objetivo es conseguir una imagen completa de la información en estado bruto, para finalmente analizarla y reconstruirla mediante software especializado.

Este procedimiento para recuperar datos de móviles es delicado y laborioso, por lo que suele usarse como último recurso, cuando otras soluciones menos invasivas no son aplicables.

Recuperar datos de movil smartphone - Lectura del chip
Recuperar datos de móvil mediante chip-off: Lectura del chip

Recuperar datos del móvil LG G4

Como ejemplo, en el laboratorio de Ondata hemos utilizado chip-off para recuperar datos del modelo LG G4 (en la imagen de cabecera), que había quedado inservible debido a un conocido fallo de fabricación.

Desde el año pasado muchos usuarios del LG G4 se han encontrado con que su terminal sufre reinicios inesperados y sobrecalentamiento.

El origen del problema: las soldaduras de algunos componentes de la placa base se deterioran, y el sobrecalentamiento de la misma hace que continuamente se esté reseteando el teléfono.

Los síntomas: el móvil entra en un bucle de reinicios al encenderse, queda inutilizable y resulta imposible acceder a los datos.

La solución: En este caso el chip-off ha sido la técnica utilizada para recuperar los datos del móvil.

Recuperación de datos para teléfonos averiados

No es ninguna sorpresa que los teléfonos móviles acaben albergando grandes cantidades de nuestra información más valiosa, dada su imparable tasa de penetración y de uso. Libretas de contactos, números de teléfono, emails, música, fotos… contenidos irremplazables si el dispositivo falla y no tenemos, o no funciona, la copia de seguridad.

Cuando los teléfonos se averían, los servicios técnicos de los fabricantes suelen estar habilitados sólo para reparar los fallos del dispositivo, y los datos se pierden. Si quiere recuperar datos de un móvil estropeado, no dude en ponerse en contacto con nuestro laboratorio de recuperación de datos. Ondata cuenta con la tecnología más avanzada y un equipo de técnicos especializados en recuperar datos de móviles, tablets y cualquier otro dispositivo digital.

Recuperar datos o fotos de una tarjeta micro SD dañada en 3 pasos

Recuperar fotos de una tarjeta micro SD dañada será hoy el mayor problema de Marta, aunque ella aún no lo sabe...

Marta, la protagonista del vídeo, es fotógrafa y está muy contenta con el reportaje de boda que acaba de hacer. Ya sólo tiene que copiar las fotos de la tarjeta micro SD.

Pero… ¡el PC no reconoce la micro SD! No puede acceder a las fotos, ¿qué les va a decir a los novios? Tendrá que recurrir a un servicio de recuperación de datos

Si estás leyendo este post, puede que tú también necesites recuperar datos o fotos de una tarjeta micro SD dañada. La recuperación de datos de micro SD suele solicitarse por factores diversos, ya sea por un daño físico o por un problema de archivos corruptos debido a que las memorias de tipo flash tienen una vida limitada

En el laboratorio de Ondata International disponemos de la experiencia y la tecnología para realizar con éxito la recuperación de tus datos o fotos. Hemos recuperado fotografías de diferentes unidades extraíbles como pueden ser:

  • Secure Digital (SD)
  • Micro SD
  • Mini SD
  • Compact Flash
  • Micro Drive
  • Memory stick
  • Smart Media
  • Flash Memory

Mediante la utilización de hardware y software especializado, nuestros técnicos consiguen recuperar las fotos de una micro SD dañada y te las entregan en un dispositivo nuevo.

Cuando se pierde el acceso a las fotos o datos de una micro SD, se recomienda seguir los consejos habituales para asegurar que la recuperación de datos sea viable: no grabar ningún fichero adicional en la misma unidad, ni intentar recuperar la información por medios “caseros” ya que podría dañar más el dispositivo, hasta el punto de que no se pueda realizar una recuperación de datos completa o incluso que no se pueda recuperar ninguna fotografía.

3 pasos para recuperar datos o fotos de una tarjeta micro SD

3 pasos para recuperar datos o fotos de una tarjeta micro SD dañada

En el vídeo, nuestra protagonista llama a la tienda de electrónica y le ponen en contacto con Ondata. Ya sólo tiene que seguir 3 pasos: pedir un diagnóstico gratuito, aprobar el presupuesto y recibir las fotos.

Para empezar entra en www.ondata.es y rellena el formulario para solicitar el diagnóstico y presupuesto. Envuelve perfectamente la tarjeta fotográfica y la envía por mensajero a Ondata.

Cuando llega la tarjeta a las instalaciones de Ondata, en menos de 24 horas los ingenieros evalúan la avería. Marta recibe el diagnóstico, revisa el presupuesto online y lo aprueba. En el laboratorio se inicia el proceso para recuperar las fotos.

Una vez completado el proceso, Marta recibe la factura y un listado completo de los archivos fotográficos recuperados junto con la factura, y una vez abonada recibe las fotos digitales en un disco externo. ¡Por fin podrá entregar su reportaje!

Si has perdido tus fotos digitales confía, como Marta, en la experiencia de Ondata: pide tu presupuesto gratuito entrando en www.ondata.es o llamando a los teléfonos 902 199 490 / 91 4174468.

Por qué los discos SSD dificultan la recuperación de datos

En los últimos tiempos se ha generalizado el uso de unas nuevas unidades de almacenamiento como alternativa a los discos duros: se trata de los discos SSD o unidades de estado sólido.

A diferencia de los discos duros convencionales, los SSD carecen de componentes móviles, como por ejemplo, platos magnéticos, cabezales lectores o motor. El único elemento que los SSD suelen tener en común con los discos convencionales es la controladora electrónica y además, en la mayoría de los casos, una interfaz de conexión como la SATA.

Las unidades SSD se basan en la tecnología de las memorias flash. También funcionan con esta tecnología las memorias USB y las tarjetas SD, dispositivos de almacenamiento que ya forman parte de nuestra vida cotidiana.

¿En qué aventajan los discos SSD a los discos duros convencionales?

Puede decirse que la principal ventaja de los discos SSD frente a los discos duros convencionales es su velocidad de respuesta.

Los discos convencionales necesitan invertir una considerable cantidad de tiempo en ponerse en marcha. Al arrancar, el motor debe empezar a girar para mover los platos hasta alcanzar la velocidad óptima; las cabezas lectoras deben salir de su zona de aparcamiento y moverse hasta posicionarse correctamente. Luego, por cada operación de lectura o escritura, las cabezas deben esperar a la rotación de los platos y posicionarse en el sector adecuado.

Sin embargo en un disco SSD, al funcionar exclusivamente con memorias flash, la lectura o escritura de datos es muchísimo más rápida. También es mucho más breve el tiempo que tarda el disco en activarse y estar listo para trabajar, prácticamente de forma instantánea.

Pros y contras de las unidades SSD

No hay duda pues de que los SSD tienen un rendimiento mucho mejor, y que sin duda, en un futuro no muy lejano, irán sustituyendo poco a poco a los discos duros convencionales en buena parte de nuestros equipos informáticos.

Pero no todo son ventajas con este tipo de dispositivos, siendo el precio y la capacidad sus principales desventajas. Un SSD es bastante más caro que un disco convencional de la misma capacidad. Además, la capacidad máxima que podemos encontrar hoy en el mercado para los SSD, es muy inferior a la disponible en los discos convencionales.

Hay que mencionar también que ciertas unidades SSD son conocidas por sufrir defectos en su firmware o en sus controladoras; estos fallos pueden dejar el disco inservible y hacer que perdamos el acceso a nuestros datos.

Por otro lado, la mayoría de modelos de SSD están programados para ir “limpiando” (borrando de forma definitiva) el espacio libre que queda sin utilizar en el sistema de ficheros. Esto tiene graves implicaciones si se produce un borrado accidental de ficheros o carpetas, o ante la desaparición de los mismos por un error lógico. En esos casos, corremos un alto riesgo de que el disco elimine cualquier resto de los archivos borrados o perdidos, causando su pérdida de forma irremediable.

Qué hacer en caso de pérdida de datos

Si sabe que su equipo utiliza un disco SSD y se encuentra con una situación de pérdida de archivos o borrado accidental, le recomendamos que apague inmediatamente su equipo y ponga su disco SSD en manos de profesionales para llevar a cabo una recuperación de los datos.

Si el equipo sigue encendido –ya sea por estar trabajando con él, o por estar intentando una recuperación casera de los datos–, por cada minuto que pase más cantidad de información será borrada de manera irremediable por el propio dispositivo, haciendo imposible la recuperación de los datos incluso por profesionales.

Esta particularidad de los discos SSD puede ser considerada una buena medida de seguridad por quien desee que su información borrada o antigua no pueda ser recuperada por nadie, pero también puede representar un gran problema en caso de pérdida de información por accidente.

Terminamos recordando, como siempre, que la mejor prevención es contar con una o varias copias de seguridad, actualizadas y comprobadas, para no llegar a encontrarnos en la necesidad de solicitar una recuperación de datos.

El mundo al revés: destruir archivos con software de recuperación de datos

Recuperar archivos mediante software de recuperación de datos puede tener resultados inesperados

Remedios caseros para recuperar datos perdidos

¿Quién no ha sufrido alguna vez un accidente digital en el cual haya perdido archivos valiosos de su ordenador? Desde borrar ficheros por error o equivocarnos de unidad al formatear, hasta tener la mala suerte de que ocurra un fallo en el software o en el sistema operativo… muchas son las causas que nos pueden dejar sin nuestros archivos más valiosos.

Ante esta situación, muchas personas recurren a remedios “caseros” e intentan recuperar esos datos perdidos por sí mismos, mediante el uso de algún tipo de software de recuperación de datos que escanea la unidad de disco en busca de los ficheros perdidos o borrados.

Dependiendo del alcance de los daños en la estructura lógica interna de la unidad, este tipo de programas pueden ser más o menos efectivos. En ocasiones, gracias a ellos es posible localizar y extraer del disco algunos de los archivos perdidos.

Pero, ¡cuidado! A veces el mayor riesgo puede ser el propio usuario, si no opera de la manera adecuada.

¿Por qué es posible recuperar un archivo borrado?

Para entenderlo de una forma básica, pensemos que el archivo está físicamente grabado en un plato magnético del disco duro, en una posición específica. El disco duro tiene un índice que señala la posición de cada archivo.

Cuando se borra un archivo, sólo se elimina su referencia del índice. En realidad, el archivo “borrado” sigue ahí. Sin embargo, ahora su posición aparece como espacio disponible para grabar otros archivos.

Cuidado al elegir el destino de los datos recuperados

Cuando el usuario intenta recuperar los datos mediante software, puede ocurrir que no disponga en ese momento de otra unidad de disco aparte. Y es posible que decida guardar los datos recuperados en otra carpeta dentro de la misma unidad afectada por el problema.

El usuario se pregunta: “Si hay suficiente espacio libre, ¿por qué no guardarlos en otra carpeta de la misma unidad?”. La respuesta que daría a esta pregunta un profesional es que “es una pésima idea”.

¿Por qué es mala idea? Cuando los archivos han sido borrados (ya sea intencionadamente, por error, o por un fallo de software), la posición que ocupan en la unidad de disco es considerada por el sistema operativo como espacio libre y utilizable.

Por lo tanto, al crear una carpeta “nueva”, no podemos saber si esa carpeta está en un espacio “nuevo” (que no ha sido ocupado anteriormente) o se trata de un espacio reutilizado. Si es un espacio reutilizado, puede ocurrir que se encuentren en él, calladamente, los bits de información que componen nuestros preciados archivos perdidos.

Archivos recuperados pero… ¿corruptos?

Al poner en marcha el software de recuperación, éste ordenará al sistema operativo que escriba datos en el disco, y el sistema comenzará poco a poco a reutilizar o sobrescribir el área donde estaban ubicados nuestros archivos borrados o perdidos.

Este proceso puede hacer que nuestros archivos queden parcial o completamente sobrescritos, resultando así inservibles aunque los recuperemos (ver infográfico más abajo).

En otras palabras: a la vez que vamos recuperando unos archivos, vamos destruyendo otros. El resultado de esto es una recuperación de datos en la cual habrá unos pocos archivos recuperados correctamente, y una gran mayoría de archivos corruptos que no se abren o visualizan correctamente, habiendo estos quedado ya destruidos de forma irremediable.

En conclusión, si alguna vez opta por recuperar los archivos usted mismo, siempre guarde los archivos recuperados en otra unidad física de disco distinta a la afectada por el problema. Así evitará la sobrescritura de los datos y su irremediable pérdida. No obstante, si quiere obtener unos mejores resultados y no correr ningún riesgo, ponga su disco en manos de profesionales de la recuperación de datos. En Ondata puede solicitar sin compromiso un diagnóstico y presupuesto de recuperación de datos.

Recuperación de archivos mediante software. Cuidado: si el destino para los archivos recuperados es el mismo disco, puedes destruir tus datos

¿Por qué mi PC funciona cada vez más lento? (I)

Si el PC va lento puede acabar en recuperacion de datos

Casi todos hemos experimentado alguna vez cómo nuestro ordenador va respondiendo con mayor lentitud a medida que pasa el tiempo.

Algunas veces sucede en los equipos que utilizamos para trabajar, por lo que no se puede culpar a que haya muchas descargas de archivos o demasiados programas instalados.

Un rendimiento reducido podría deberse a muchos factores, y lo primero que se suele pensar es que al PC le falta RAM o que hay que comprar otra máquina más potente quizá con un procesador superior, porque la que tenemos ha dejado de darnos el rendimiento suficiente.

Hace tiempo que la tecnología, en lo relativo a ordenadores, no avanza tan rápidamente, por lo que la necesidad de renovar nuestro PC o portátil no es tan habitual como antes. Hoy en día un ordenador medio puede darnos servicio durante varios años ya que los requisitos para su uso en ofimática, navegación, etc. no son elevados.

Entonces, ¿por qué ahora nuestro ordenador responde tan lentamente? ¿Por qué antes abría las aplicaciones cotidianas en apenas un segundo y ahora tarda muchísimo más que hace un año?

Un componente crítico para la velocidad del PC

Hoy queremos centrarnos en uno de los componentes más importantes de un ordenador, el encargado de tener disponible prácticamente toda la información necesaria para que el ordenador nos pueda ser útil como herramienta de trabajo; hablamos del disco duro.

El disco duro es donde están alojados tanto el sistema operativo como las aplicaciones que utilizamos a diario, nuestros archivos y datos, además de muchos otros elementos necesarios para un correcto funcionamiento.

A fin de entender la posible causa de que nuestro ordenador funcione cada vez más lentamente, necesitamos primero tener una idea básica de la forma en la que los archivos se almacenan en nuestro disco duro.

Para ello, vamos a comparar el disco con una estantería en cuyos huecos iremos colocando libros a medida que los vayamos comprando.

El disco duro: una estantería cada vez más llena…

Cuando empecemos a rellenar la estantería nueva, quizá tengamos sólo 4 ó 5 libros, por lo que los podremos colocar juntos en la primera balda de las estantería. En cuanto necesitemos uno de ellos, al haber pocos, lo encontraremos enseguida.

Según vaya pasando el tiempo, la estantería estará cada vez más llena, pero aún tendremos algunos huecos vacíos ya que nos habremos ido deshaciendo de algunos libros.

Imaginemos que tenemos 10 huecos libres. Por supuesto, al haber sacado los libros de diferentes estantes no estarán todos los huecos juntos. Ahora recibimos una nueva enciclopedia de 8 tomos, y como queremos ponerla rápidamente en la estantería, vamos colocando cada tomo en uno de los huecos libres que están dispersos, por lo que los 8 tomos quedarán separados.

Ahora digamos que esa estantería tiene miles de baldas con cientos de miles de libros y enciclopedias cuyos tomos hemos ido colocando aleatoriamente en los huecos que se han ido quedando libres. ¿Cuánto tiempo tardaríamos en reunir todos los tomos de una enciclopedia? ¿Y de varias enciclopedias?

Dependiendo de la cantidad de libros que tengamos almacenados, nos podría llevar muchísimo tiempo el encontrar cada uno de los tomos, sacarlos de la estantería y colocarlos en su orden correcto.

Disco duro fragmentado = estantería desordenada

Bien, en cierto modo, así es como los archivos están en nuestro disco duro. El disco se va llenando y a medida que van quedando huecos libres (debido a que vamos borrando algunos archivos), el sistema va ubicando nuevos archivos en esos huecos. Si hay archivos grandes que no caben en un sólo hueco entonces fragmentará los archivos en varias partes para poder poner cada una de ellas en una ubicación distinta.

Así, al intentar abrir esos archivos grandes, tendrá que buscar todas sus partes y juntarlas en el orden correcto, lo que causará que el tiempo que tarde en abrir este tipo de archivos cada vez sea mayor (no olvidemos que los archivos pueden crecer). En consecuencia, nuestro ordenador irá cada vez más despacio. Este proceso es conocido como “fragmentación”.

Por qué la fragmentación es perjudicial

Seguir leyendo…

Cómo reducir en verano el riesgo de pérdida de datos

Disco duro y temperaturas altas

Como cada verano, el laboratorio de recuperación de datos de Ondata ve aumentar el número de averías debidas a las altas temperaturas y picos de tensión.

Hoy os contamos de forma básica cómo afectan a los discos duros estos dos factores —calor y sobretensión—, esperando evitar algún disgusto veraniego de pérdida de datos mediante medidas sencillas de prevención, como no dejar el ordenador en un coche a pleno sol, o desconectar los enchufes en caso de tormenta.

Tu disco duro y el calor

El disco duro se ve afectado por el calor de dos formas: por el recalentamiento y por los posibles cambios bruscos de temperatura. Las averías vendrán originadas por la dilatación de las piezas mecánicas al calentarse excesivamente, por su posterior contracción al pasar del calor al frío (o el proceso contrario al pasar del frío al calor), así como por la posible condensación causada dentro del disco al variar rápidamente su temperatura.

Pero… ¿cuánto es “demasiado calor” para un disco duro? ¿A qué temperatura se pone cuando está en funcionamiento? ¿Sabes cuál es el rango de temperatura recomendado para tu disco? Si tienes curiosidad por conocer los datos concretos de tu dispositivo, los encontrarás en las especificaciones del fabricante, aunque ya te adelantamos que en general, la máxima temperatura aceptable para un disco que está funcionando es de 55°C, y en algunos modelos hasta 60°C.

En cuanto a la temperatura estando apagado (non-operating temperature), el límite máximo aceptable sube hasta los 70°C.

A pesar de que puedan parecer límites muy elevados, se trata de temperaturas bastante más bajas que las que pueden soportar otros componentes del ordenador, por ejemplo las placas de vídeo o los procesadores.

¿Cuál es entonces la temperatura de funcionamiento ideal para los discos duros? Es un tema controvertido, aunque diversos informes y foros situan el rango ideal entre los 25 y 40°C.

¿A qué temperatura está tu disco mientras lees este blog? Si quieres, puedes averiguarlo con la aplicación Disk Control de Ondata, que lee los sensores de temperatura del disco y te informa de su evolución, para que puedas tomar medidas si es necesario. Puedes descargar la versión demo de Ondata Disk Control desde aquí.

Ondata Disk Control

Efectos del calor y de los cambios bruscos de temperatura

Una temperatura muy alta puede provocar que el sistema de ventilación no refrigere lo suficiente y los discos se sobrecalienten. En los ordenadores modernos, este inconveniente suele minimizarse mediante un buen diseño del sistema de ventilación; los mayores problemas pueden surgir si se somete al ordenador a cambios bruscos de temperatura.

Por ejemplo, cuando tenemos un equipo portátil que se traslada con frecuencia entre la vivienda, el coche y la oficina, los cambios de temperatura son continuos. Si dejamos el coche al sol, una temperatura exterior de 35 grados centígrados puede causar más de 60 en el interior del vehículo. Por si fuera poco, además de la alta temperatura hay un agravante añadido: lo deprisa que se calienta. Cualquiera sabe que el coche se convierte en un “horno” tras estar aparcado a pleno sol durante horas; lo que no es tan obvio, como destacan algunos estudios, es que el interior de un coche a pleno sol puede subir en promedio unos 20 grados centígrados, en sólo una hora.

Si desde un coche al sol nos llevamos el portátil a la oficina o a la cafetería con aire acondicionado, allí habrá 20, 21 o 22 grados. Esta temperatura sería aceptable en circunstancias normales, pero en nuestro ejemplo, estaríamos sometiendo al disco a una disminución casi instantánea desde los 60 grados del coche a los 20 del aire acondicionado, aumentando de forma importante la posibilidad de una avería.

El disco duro tiene componentes electromecánicos que son de alta precisión y tienen que estar perfectamente sincronizados entre sí. Están preparados para funcionar en un rango amplio de temperaturas, pero cambios muy bruscos pueden ocasionar que algunas de las piezas tengan un funcionamiento defectuoso. Pueden existir distintos fallos por el problema mecánico de una expansión o reducción del tamaño físico debido al calor o al frío, por ejemplo un posible «desalineamiento» de los cabezales en la zona de aparcamiento, que al poner el disco en marcha causen daños.

Tormenta verano

Sobretensión: cuidado con las tormentas

Las pérdidas de datos por efecto de las tormentas son muy típicas del verano, aunque naturalmente son posibles durante todo el año. Las sobretensiones causadas por rayos pueden dañar los circuitos de los discos duros y en ocasiones llegan a destruir los datos.

Actualmente, las viviendas y oficinas están preparadas para las sobretensiones. Todas las compañías eléctricas tienen instalados sistemas de protección para que no haya averías y no exista peligro para las personas. Pero en caso de tormenta, existe la posibilidad de que la energía eléctrica de un rayo caiga sobre tendidos eléctricos que se vean afectados parcialmente. No suele suceder nada; las protecciones de las líneas normalmente absorben ese impacto eléctrico, pero puede producirse una pequeña sobretensión que va a ir traspasándose y va a llegar a las viviendas y a las oficinas.

Como es sabido, el ordenador funciona a 220 voltios. Sin embargo, en su interior, la mayoría de los componentes electrónicos funcionan a muy baja tensión, por medio de un sistema de alimentación interno. Hay componentes que funcionan a 12 voltios, a 5 o a menos. Cuando hay una sobretensión que logra pasar todos los filtros, a los pequeños circuitos internos del ordenador llega un voltaje mucho mayor de lo que están preparados para soportar. En este caso se pueden producir averías incluso con el ordenador apagado.

Por eso la recomendación será, sobre todo en verano, que si vamos a estar ausentes no dejemos el ordenador conectado a la red eléctrica, sino que físicamente desconectemos los cables de los enchufes. Apagar el ordenador y desconectarlo del enchufe es la mejor protección durante una tormenta eléctrica.

Si a pesar de tus precauciones no puedes acceder a los datos, lo más prudente es apagar el equipo y no intentar remedios caseros; la manipulación por manos inexpertas podría producir daños fatales. Solo una empresa especializada en recuperar datos de discos duros dispone del personal cualificado y los materiales necesarios para dar una solución con garantías. El laboratorio de recuperación de datos de Ondata International realiza el diagnóstico de este tipo de avería de forma gratuita y sin compromiso.

Cuidado con el virus camuflado en avisos falsos de facturas de Endesa

Se ha detectado una campaña fraudulenta simulando avisos de factura de Endesa que incluyen un botón para “Consultar tu factura y consumo”. Una vez abierto el mail, si haces “clic”, enlazas a una página con código malicioso (“virus” o “malware”) que bloquea tus archivos personales.

Según fuentes de Endesa, el malware se trataría de un ransomware cuyo propósito es cifrar los ficheros del equipo infectado para impedir su acceso y posteriormente pedir un rescate.

Como es habitual en este tipo de estafas, el mensaje de correo electrónico viene desde una dirección de email sospechosa, que sin embargo suele pasar desapercibida a los usuarios ya que el nombre visible del remitente es «Factura electrónica de Endesa». El asunto del email, para dar más credibilidad, comienza con el nombre y apellidos asociados a la cuenta de correo del destinatario, seguido de “Factura” y unos caracteres alfanuméricos generados aleatoriamente, como por ejemplo «Nombre Apellidos Factura WYS2414RE7345376».

En un comunicado urgente, Endesa ha recomendado a sus clientes no hacer clic en los enlaces de ningún email de factura que no cumpla que el remitente sea “Endesa Online” gestiononline(arroba)endesaonline.com

En el aviso que ha emitido la Oficina de Seguridad del Internauta del Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad de España), se aclara que se trata de una suplantación que utiliza la imagen de la empresa para cometer el fraude y, en ningún caso, afecta a la seguridad de los servicios de la entidad.

Si has recibido el email y has seguido la invitación a descargar la factura, es más que probable que tu ordenador esté infectado y, además, todos los ficheros almacenados en él estén cifrados.

Según el INCIBE, a día de hoy existen distintas variantes de este tipo de malware y por el momento, debido al tipo de cifrado utilizado, no es posible la recuperación de los datos, por tanto, la única posibilidad de recuperar tus ficheros es desde copias de seguridad que hayas realizado previamente en otros dispositivos o sistemas externos. Para los ficheros que anteriormente hubieras recibido o enviado por email, es posible que puedas recuperarlos revisando tu correo, tanto en la bandeja de entrada como en la de elementos enviados.

Si has recibido el email fraudulento pero no has ejecutado el archivo «ENDESA_FACTURA.js» tu equipo no se habrá infectado. En cualquier caso, si se recibe un email cuyo asunto es igual o parecido al arriba descito, la recomendación es eliminarlo directamente. En ningún caso accedas a enlaces incluidos en el email ni descargues y/o ejecutes posibles ficheros que puedan traer adjuntos.

Este ataque de “phishing” nos da una nueva ocasión para recordar la necesidad de realizar copias de seguridad de todos nuestros datos importantes. Para mayor seguridad, el soporte en el que se realiza la copia no debería permanecer conectado al ordenador (excepto al hacer la copia). De este modo, en caso de vernos afectados por algún incidente, podremos recuperar nuestros archivos.

 

[Vídeo] Disco duro que falla por “head crash” (choque de la cabeza contra el plato)

El video de hoy muestra un disco cuyo plato magnético se encuentra severamente dañado por contacto con la cabeza. Se pueden observar numerosas pistas totalmente dañadas.
El principio de funcionamiento de los discos duros es que las cabezas “flotan” sobre el colchón de aire que se genera con el giro de los platos.

Si, por accidente o defecto, la cabeza llega a tocar los platos, se producen daños irreparables en la cabeza y en los platos.

Las cabezas pueden entrar en contacto con el plato por diversos motivos, por ejemplo:

  • defectos del bloque de motor,
  • defectos de los brazos de las cabeza,
  • cortes de suministro eléctrico,
  • desconexión manual de la red eléctrica,
  • golpes.

En el vídeo se observa cómo, al poner el disco en funcionamiento, las cabezas están casi en permanente contacto con la superficie del plato y siguen produciendo nuevos daños.

Casi nunca se puede obtener una lectura correcta de un disco que ha sufrido un headcrash. En este tipo de casos no es posible recuperar la información de los platos magnéticos, ya que ha sido físicamente destruida.

En raras ocasiones se logra calibrar algún disco en el que el headcrash no era severo y el sector de arranque no estaba dañado.

Más información sobre esta serie de vídeos en Cómo falla un disco duro o por qué Murphy no tiene (tanta) razón